Nada más subir hemos tenido que cruzar durante aproximadamente 11 minutos y 13 segundos un campo de pinos (que pa pinos ya tenemos muchos en España) con un solaco que pegaba en el dichoso jelicopter que te freías (gracias a mi ya archiconocido cortavientos, sí sí el mismo que el de Turquía) que como allí dentro no había viento que cortar pues hacía una función microondas que estaban mis pezones a punto de saltar cual palomitas de maíz. Pues ahí me veis a mi, con chaleco salvavidas atado a la cintura y cinturon de seguridad de 3 o 4 puntos de amarre intentando emular al gran Judini intentando escapar de la chaqueta maldita......ha habido un momento que he pensado en dislocarme el hombro para ver si así salía mi brazo pero se ha quedado en un tirón muscular sin posibilidad de conseguir mi objetivo. He renunciado a cortarme el brazo y he aguantado como un campeón, sudao pero como un campeón.
Bueno cuando mi cuerpo ya se ha aclimatado, por huevos, al calor hemos llegado al Gran Cañón y literalmente lo que hemos hecho ha sido cruzarlo por arriba a lo ancho, es decir, unas cuantas millas pero en ningún momento hemos bajado ni hemos hecho el loco dentro del cañón ni nada parecido (tiene pinta de que deber ser very dangerous, por todo el tema de vientos y demás) y por tanto como podeis imaginar no hay ni vistas ni fotos que valgan la pena porque no dejaba de ser otra vista más igual o peor que las que ya tuvimos ayer desde los miradores. Y nada después de unos 10 minutitos sobrevolando el Gran Cañón pues otra vez de vuelta a ver pinos y a aterrizar.
Pero es que a la vuelta es cuando ha sido lo mejor. La wapita, ya antes de llegar al cañón, se le veía un tanto compulgida con ligeros cambios de color facial motivados por cierto mareo producido por el vaivén jelicopteril. El Gran Cañon, por muy grande que fuera yo creo que ella ni lo ha visto porque lo único que veía era las ganas de aterrizar. Y lo que es seguro es que los 11 minutos y 13 segundos de vuelta se le ha hecho interminables. Yo ha habido un momento que me he girado y sinceramente creía que iba a echarle la primera papilla en toa la cara a la pilota, con el consiguiente estropicio que eso podría haber causado a los wapitos y los 3 franchutes que iban detrás. Me he imaginado una mezcla entre película gore y de terror en la que de repente todo el frontal del helicóptero estaba lleno de.......en vez de sangre, potada de la meni (café blended, con crema de leche, más un sandwich de queso y menos mal que no se comió la muffin de fresa y queso, porque eso habría sido una bomba de relojería) y donde no se podía ver nada con el helicóptero fuera de control.....bueno, mucho miedo, jeje.
Pero la wapita se ha portado y ha conseguido no vomitar, ahora eso sí, no veais como ha salido del helicóptero. Ha pegado un salto que ni el mismismo Sergei Bubka con pirañas en el pantalón y ha salido corriendo al baño que se las pelaba. Ni adiós ni propina ni hostias en vinagre a la pilota, las gracias por no haberle potao encima. Teniáis que ver el panorama en la mini terminal donde salen los helicópteros, porque ha coincidido que a la vez han llegado nuestro helicóptero y otro, y en el otro iba una chica todavía peor que Bea y han entrado las dos más blancas que las casas andaluzas, una vomitando y la otra con ganas de ello que la gente que esperaba a subir se ha acojonao por momentos.
Como podeis comprender después de esta experiencia ya no hemos tenido ni ganas de volver al Gran Cañón y hemos cogido directamente la carretera camino hacia la famosa Ruta 66.
La ruta 66 ha sido muy chula con dos pueblos dignos de ver como son Williams i Seligman que como vereis en las fotos son las casas y restaurantes conservadas tal y como estaban antiguamente por esta tan transitada antes ruta 66 y ahora solo como reclamo turístico para los moteros. En Seligman me he comido una hamburguesa de buffalo y hemos comprado unas cuantas cosillas de souvenirs, ya que el logo de la Ruta 66 da mucho juego.
Bueno, ¡y cómo no!, ahora viene la pequeña aventura.........bueno aventura ninguna sino los huevecillos por corbata cuando me ha parado la policía. Sí, sí como oís, jeje me he librado de una multaca pero de las grandes. De las de pasar la noche en el cuartelillo. Resulta que por la ruta 66 (que tiene un límite de velocidad de 65 mph) de repente y casi sin enterarte cruzas por pueblos donde el límite es de 35 mph, pues ahí que voy yo todo animao por uno de los pocos carriles de adelantamiento a más de 65 mph y cuesta abajo cuando de repente me veo que entramos en un pueblo. Pues nada, lo paso y pasado el pueblo me veo un coche de policía con las luces encendidas detrás mia (a todo esto Bea iba tumbada en el asiento intentando echarse un siesta, que se le ha cortado de golpe).
De película, paro en el arcén (poniendo mi intermitente para no echar más leña al fuego), no me bajo del coche y no hago ningún movimiento sospechoso, sólo poner mi cara de turista despistao que no ha visto la señal de límite de velocidad. Pasaporte, permiso de conducir internacional, permiso de conducir nacional, papeles del coche, comprobación por radio de que no soy ningún terrorista ni ningún inmigrante ilegal, y quedar todo en una advertencia verbal de que iba a 69 mph en una zona de 45 mph y que si los siguientes pueblos los cruzaba igual me iban a empapelar que hasta mis nietos iban a estar pagando multa.
Hemos proseguido el viaje por la ruta 66 a la velocidad legalmente establecida en todos y cada uno de los tramos de estas maravillosas carreteras americanas y hemos llegado al pueblo de Needles, donde estamos organizando el dia de mañana que tendrá como punto de partida el desierto de Mojave para llegar finalmente a L.A.
Las fotos del Gran Cañón son las siguientes:
El que se ve en el fondo es el rio Colorado que nace en Colorado y muere en California. Sus aguas tienen ese color por todos los sedimentos que las rocas, la nieve, vegetación y fauna que existe en el Gran Cañón. Además en el fondo del todo hay unas piedras de una antigüedad de 2 millones de años (la mitad de la existencia de la tierra) y por lo visto todavía están en metamorfosis.
La autofoto reglamentaria, siempre nos hacemos unas cuantas (soy un experto en autofotos, encuadro y enfoco mejor con las autofotos que mirando por el visor). Aquí fue gracioso porque una mujer se ofreció a hacernos una foto y le dijimos los dos a la vez que "NO", al ver la cara de extrañeza de la mujer Bea procedió a explicarle que era como una tradición y que no se lo tomara a mal, que era una buena mujer que irá al cielo por su ofrecimiento pero que sintiéndolo mucho se fuera a hacerle una foto a su ---- madre, todo eso de una forma muy educada y con un perfecto inglés americano.
Con la puesta de sol las piedras cambian de color y se pueden observar también las sombras producidas con la caída del sol. Sin duda lo mejor del dia fue la puesta de sol, desde un mirador llamado Yumavita o algo así.
Esta última foto fue la despedida al Gran Cañón del dia de ayer, que por cierto hacía un frio y un viento considerable.
La wapita ilusa antes de montar en el jelicopter.
Todavía no era consciente de la que se le venía encima, jeje. Era feliz!!!!!!!
La única foto salvable hecha desde el helicóptero.
Definitivamente nos ha desilusionado un poco el Gran Cañón, pero no porque no sea espectacular y seguro que una de las maravillas del mundo, pero al ser tan grande y tener que verlo siempre desde miradores, no llegas a asimilar todo lo que es. Sin duda lo recomendaría para aquellos que hagan senderismo, escalada, rafting, etc porque eso si debe ser espectacular pero verlo desde tan lejos y que todo parece lo mismo pues deja algo que desear, sobretodo, por lo increible y peculiar que ha sido todo lo que habíamos visto en este viaje (Yosemite, Death Valley, Antelope Canyon) donde hemos tenido más contacto con la naturaleza (por carreteras perdidas nosotros solicos) que no el masificado Gran Cañón.Bueno y después de toda esta parrafada os dejo con unas divertidas fotos hechas en el transcurso de la ruta 66:
Pollo grande encima de letrero (son grajos pero están gordos gordos), aunque en la foto no se aprecia.
No es lo que parece....además tenía el consentimiento de la meni que es la que hace la foto.
Los coches de la película Cars.
Je je je, cómo me he divertido con tu relato (aún a costa del mareo de mi hermana... Pobre) Una duda Existencial. ¿El Gran Cañón es de Colorado o del Colorado? ¿Y por qué es Colorado y no rojo, que es más común?
ResponderEliminarLo de la policía me ha recordado a cuando me pararon a mi en Turquía, también por exceso de velocidad, pero los tipos aquellos ni siquiera hablaban inglés y yo no paraba de acordarme de la peli "El expreso de medianoche".
Au que tú, mariquita, te libraste de la multa... Esperemos que luego te dejen salir del país!!!
Lo de la ruta 66 mola, aunque no sé muy bien por qué. si
Lo que queréis es una carreterucha que pase por pueblajos, sólo tenéis que coger la de Córdoba-Granada!!! Ni ruta 66 ni carajos!!
En fin, cuándo volvéis, que tenemos ganas de saber que regresáis sanos y hablar con vosotros!!!
Besos grandes a los dos!!!
Oye que soy Rosa. Vaya cara de flipadilla que tiene la Wapita con los cascos del helicoptero! Me he reido mucho...
ResponderEliminarTotal que viajar en globo no es viajar en helicoptero, no?
Bueno siento deciros que acaba de ganar el barcelona......
Mi reina,si tu sabes k te mareas hasta en el bus,pobrecita,pero lo importante es que lo paséis bien y Pedro vosotros lo habréis pasado mal,pero yo me he reído un montón con tu relato,me imagino vuestra cara con la poli,pero tened cuidado k tenemos ganas de veros sanos y salvo. Ya estamos en Córdoba y puedo escribiros aunque os he leído todos lo días. Pedro las fotos son como dice Jesulin im-presionantes. Bueno nada mas k si no no dejo sitio a nadie. Besos miles y cuidaros mucho
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